Las bolsas en Europa tenían comportamientos mixtos hacia este mediodía, luego de permanecer buena parte de la mañana en el terreno de pérdidas, de acuerdo con datos de la plataforma global de inversión multiactivos eToro. Los mercados europeos parecen indecisos y se mantienen laterales, con la mayoría de los índices tocando intermitentemente el terreno de las pérdidas.
Fue un día de caídas en Asia, ante la venta de acciones tecnológicas a nivel global. El Nikkei y el Hang Seng cayeron más de 2%, siguiendo la tendencia de ayer en Wall Street, en donde el Nasdaq perdió 2.8%.
Hoy las bolsas de Estados Unidos abrieron con alzas moderadas, sólo para que el Nasdaq volviera de nuevo al rojo en la primera media hora de negociaciones. El dato relevante esta mañana son las nuevas solicitudes de beneficios por desempleo esta semana, que es de 745,000. Los mercados esperan la intervención pública del presidente de la Fed Jerome Powell en busca de nuevas señales.
Es un buen día para Boeing, tras el anuncio de una tregua tarifaria entre Estados Unidos y Gran Bretaña ante las diferencias por los subsidios a la industria de la aviación.
El cuadro de fondo de los mercados no cambia: el sector tecnológico sigue mostrando las mayores debilidades en un contexto en donde los inversionistas continúan reposicionándose en los sectores más cíclicos.
El sentimiento general en los mercados de valores sigue siendo débil: como se mencionó, el Nasdaq cerró ayer a la baja y consolidó la ruptura a la baja del MM de 50 días, mientras que el rendimiento relativamente superior del S&P 500 y el DJ30 no salvó a los otros dos índices de Wall Street ayer de cerrar en rojo.
En Europa también asistimos ayer a una sesión de consolidación, con el cuadro de evolución del virus mejorando notablemente en Reino Unido y Alemania, mientras que en Italia y España hay un marcado empeoramiento de las condiciones de salud.
En el frente macroeconómico, las principales noticias de ayer también vinieron de América. El mercado laboral sigue mostrando cierta debilidad y también el índice manufacturero PMI-ISM confirmó la desconfianza del sector privado que, a pesar de que se están definiendo las medidas de estímulo, adolece de falta de visibilidad sobre la evolución de la situación económica.
A nivel sectorial, como se mencionó, el movimiento de rotación es evidente: especialmente en Europa, los sectores relacionados con el transporte y la energía se están beneficiando de las expectativas de una reapertura inminente de muchas actividades económicas, mientras que la tecnología parece haber entrado en una fase de debilidad cada vez más acentuada.
En otra clase de activos, la presión de las tasas de interés se mantuvo alta ayer también, y los rendimientos de los bonos del gobierno subieron después de la caída del día anterior, lo que confirma los temores de un posible aumento en el valor. El oro continúa cayendo, mientras que el sector de las criptomonedas continúa beneficiándose de la reciente recuperación, aunque en un contexto de creciente volatilidad.
En Australia, las ventas minoristas aumentaron 0.5% sobre una base mensual, pero no alcanzaron las estimaciones de los analistas (0.6%). A nivel macroeconómico, hoy estamos a la espera de los datos de desempleo en la eurozona, mientras que los datos semanales de prestaciones por desempleo y pedidos industriales del mes de febrero llegarán desde Estados Unidos.
ENFOQUE TÉCNICO
ETH
El Ethereum ha registrado un rendimiento cercano al 160% hasta la fecha, llegando a cerca de 2,000 dólares. El reciente retroceso desde los máximos ha llevado al ETH al primer soporte significativo, representado por el 61.8% de Fibonacci del rally desde principios de año y el MM de 50 días, un área en la que parece haber encontrado cierta estabilidad, con el objetivo de apuntar nuevamente a la zona de 1,750 a 2,000 dólares.
Una caída por debajo del área de 1,500 dólares abriría el camino para una extensión de la caída al área de 1,250 o 1,000 dólares, erosionando gran parte de las ganancias del año hasta la fecha. Dicho esto, el precio y la dinámica del RSI nos hace creer que la hipótesis de una nueva extensión alcista sigue siendo el escenario más probable en la actualidad.
ENFOQUE FUNDAMENTAL
British Petroleum: el sector y las acciones aún cotizan con un fuerte descuento
Como es sabido, el sector energético acaba de salir de uno de sus peores años, con los precios del crudo cayendo a mínimos históricos y un sector que se ha visto obligado a cerrar gran parte de las plataformas de extracción. Ante una paulatina recuperación de la demanda, la escasa oferta disponible generó una fuerte presión de precios, que se reflejó en la decidida tendencia alcista del WTI en los últimos meses. Entre las primeras en beneficiarse de este cambio de situación se encuentran las empresas petroleras.
BP es una de las empresas de petróleo y gas más grandes del mundo. La empresa está totalmente integrada y opera tanto en upstream como en downstream. En este último segmento, se centra en la refinación. La compañía generó aproximadamente 180,000 millones de dólares en ingresos en 2020 y capitaliza aproximadamente 76,000 millones de dólares.
BP sale de una década difícil después del derrame de petróleo que ocurrió en el Deepwater Horizon en 2010 en el Golfo de México. La compañía ha seguido sintiendo los efectos de este incidente durante años, después de haber pagado 2,400 millones de dólares en daños y probablemente también pagará 1,000 millones más en 2021.
La caída del petróleo de 2014 a 2017 también fue otro elemento de angustia para la empresa durante años. Finalmente, la disminución en la demanda de energía debido a la explosión de Covid-19 también influyó claramente en los resultados. A lo largo de los años, las utilidades por acción de BP pasaron de 8.06 dólares a una pérdida de 1.69 en 2020.
Los pronósticos de la administración son que BP podrá aumentar sus ganancias por acción a una tasa del 4% anual hasta 2026, y se espera que la demanda de productos energéticos mejore después de la pandemia. La compañía ha anunciado planes para invertir más en energía renovable, lo que podría resultar un catalizador importante para el crecimiento en un futuro próximo.
A pesar de los problemas durante la última década, BP aumentó su dividendo siete veces de 2011 a 2019. Sin embargo, el año pasado, la compañía tuvo que recortar su dividendo a la mitad que, incluso en estos niveles, es de 1.26 dólares por acción. una rentabilidad por dividendo del 5.6% a precios corrientes. Usando el dividendo anualizado y una utilidad por acción esperada de 1.50 dólares para el año actual, la tasa de pago es cercana a 80%. A pesar de las incertidumbres actuales, un dividendo ya reducido a la mitad parece ser muy sostenible en cualquier caso.
BP se cotiza ahora a una relación P/U de 11.3, con un valor promedio durante los últimos cinco años de 12, mostrando una subvaluación fundamental de la acción. Hasta la fecha, la acción ofrece un rendimiento por dividendo cercano a 6% que, cuando se suma a un crecimiento anual de utilidades de 4% y una expansión anual de múltiplos del 6%, permite que la acción ofrezca un rendimiento de alrededor de 10% anual a cinco años.
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