Emprender sigue siendo difícil para las mujeres en México y en América Latina por diversas barreras socioeconómicas. Aunque existe una oferta de programas públicos que busca impulsar el emprendimiento entre las mujeres, las estadísticas hablan de las barreras que aún persisten, como la percepción al riesgo, el acceso al financiamiento y los estereotipos de género.
En México, aunque 41.2% de las mujeres se consideran capaces de iniciar un negocio propio, solo el 11% lo hace.
Con el objetivo de entregar recomendaciones y propuestas de mejora a los responsables de la política pública, la organización Mujeres del Pacífico y la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) presentaron el Informe “Programas de Apoyo al Emprendimiento Femenino en la Alianza del Pacífico”.
Este reporte da una radiografía sobre cuáles son los factores específicos que están limitando la intención emprendedora de las mujeres y cómo están siendo atendidos por los programas e iniciativas públicas en los países que hoy conforman la Alianza del Pacífico: Chile, Colombia, México y Perú.
En busca de empoderar económicamente a las mujeres, los países de la Alianza del Pacífico ofrecen diferentes programas orientados al emprendimiento femenino. En el análisis, se hallaron un total de 51 programas pensados para fortalecer y promocionar el emprendimiento femenino.
Colombia es el país con más iniciativas de este tipo, con 23 programas; en segundo lugar se encuentra Chile, con 14 iniciativas; México ocupa el tercer lugar con 11 programas y en último lugar está Perú con sólo 3.
En el caso de México, los 11 programas existentes, solo atienden 6 de los 13 factores que inciden en el emprendimiento de las mujeres.
Asimismo, el reporte resalta que para las mujeres mexicanas existe también el reto de encontrar el capital para iniciar su propio negocio. A esto se suman complejos procesos de solicitud, en los cuales se enfrentan a percepciones, estereotipos y el temor a ser rechazadas por las instituciones bancarias.
A pesar de esta percepción, ellas han registrado una mejor experiencia de pago, lo cual genera confianza en las empresas financieras y las convierte en sujetos de crédito.
México ocupa el lugar 40 en el Índice de Emprendimiento Femenino, por encima de países como Japón o Corea. De acuerdo con el reporte, el país ha dado grandes pasos en materia de emprendimiento femenino, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.
“La mujer en México cada vez adquiere mayor confianza de sus capacidades y pierde el miedo a emprender, sin embargo aún no ha sido capaz de vencer completamente los estereotipos y los elementos culturales que le asignan el cuidado de los hijos y las tareas del hogar, situación que termina restando libertad para dedicar tiempo a su empresa”, resaltó el estudio.
“En el caso de México, la mayoría de los programas que detectaron están enfocados en la autoeficiencia, educación y redes de financiamiento. Las programas del sector privado están enfocados en empoderamiento, crear confianza en la mujer y apoyarlas en temas de la familia. Mientras que las iniciativas públicas se centran en la educación y financiamiento”, indicó Adriana Gallegos, especialista en administración de proyectos en la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
Gallegos apuntó también que es importante que el gobierno se enfoque también en propuestas que apunten al desarrollo técnico y emocional de las mujeres.
El reporte fue presentado el pasado 20 de junio frente a mujeres representantes de diversos organismos públicos y privados como el Instituto Nacional del Emprendedor, la Secretaría de Turismo, la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa, la aceleradora de empresas MassChallenge, entre otras.
Irene Ramos, coordinadora internacional de Mujeres del Pacífico, recalcó que el objetivo de esta mesa de análisis es presentar los programas públicos en México que fomentan el emprendimiento femenino, evaluar qué están haciendo otros países y proponer desde la iniciativa público y privada, acciones que mejoren e impulsen los programas de cada región.