• Una investigación de dos años expone el fenómeno “Huérfanos Digitales” en el libro del mismo nombre, con entrevistas realizadas a niños de 4 a 10 años, padres de familia, psicólogos y maestros. 
La tecnología es un pilar fundamental en la vida humana, sin embargo, su desarrollo se ha acelerado tan rápido en los últimos años que está transformando hábitos y conductas en padres e hijos, los cuales han generado nuevos retos que no existían hace un par de décadas.
Específicamente, el teléfono inteligente y las redes sociales se han convertido en compañeros inseparables de los mexicanos, pero su uso excesivo puede traer consecuencias negativas en la conducta de los niños.
Una investigación que realizó Alejandra Corona por dos años la llevó a la creación del libro Huérfanos Digitales, editado y publicado en 2018, en el cual se expone este fenómeno, y una parte vital del documento fueron entrevistas realizadas a niños de 4 a 10 años en las que se obtuvieron los pensamientos e inquietudes de los infantes derivados de la adicción que tienen sus padres con sus smartphones.
Una de las frases que más impactan en el libro fue la de una niña de 7 años, quien dijo “No soy importante para mi mamá”, en referencia a que su madre ocupaba gran parte de su tiempo frente a su teléfono inteligente, la veía reírse viendo la pantalla y si ella le pedía algo, su progenitora se molestaba porque la estaba interrumpiendo.
Es importante hacer notar que los niños pequeños perciben a un teléfono como a otra persona. Cuando sus padres están frente a ellos, los pequeños creen firmemente que están ocupando su tiempo y su atención en otra u otras personas y no en ellos.
Otras frases que sobresalen en la investigación son las siguientes:

“Les pido a mis papás con frecuencia que dejen el teléfono y no me hacen caso”
“Mis papás nos piden que no usemos tanto el iPad o el teléfono y ellos lo usan todo el tiempo”
“No soy tan importante como un adulto, por eso es que mis papás están hablando con los grandes con sus celulares todo el tiempo”
“Siento que no soy divertida para mi mamá, porque se ríe mucho más con los mensajes de sus amigas”
“Mi mamá siempre está viendo su teléfono”
“Mi mamá a veces deja tantito el teléfono cuando está conmigo, mi papá no”
“Mi mamá siempre interrumpe las conversaciones conmigo para ver su celular”
Estas expresiones denotan que existe una falta de conciencia por parte de los padres de familia sobre el tiempo que usan el teléfono inteligente en los momentos de convivencia familiar con sus hijos.
Cuando existe una adicción a un smartphone, a las redes sociales y a los servicios de mensajería instantánea frente a los hijos, los papás provocan indirectamente un daño emocional y baja autoestima en ellos.
Sin embargo, la solución a este problema no está en dejar de usar el smartphone y las aplicaciones, sino en trazar un plan que nos haga utilizar al teléfono inteligente de una manera más eficiente.
En primer lugar, los papás deben hacer conciencia del problema, reconocer que sí existe una adicción de su parte con su aparato móvil. En segundo lugar, ubicar todas las actividades que les gustaría hacer con sus hijos, y dejar a un lado aquellas que no.
Finalmente, tomar un programa de coaching, el cual hoy por hoy es una herramienta efectiva, con objetivos medibles, alcanzables y a corto plazo.

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