A lo largo de los últimos meses hemos sido testigos de algunos cambios en los modelos de trabajo. Con la llegada del COVID-19 el estilo de vida y laboral de las personas se ha modificado.
En la vida laboral, muchas empresas se han visto impactadas por la pandemia en temas de ingreso, formas de operación y nuevas políticas internas. Un ejemplo de estas afectaciones es el estimado que la CEPAL hace al respecto de las empresas mexicanas formales: de acuerdo con este organismo, 500,000 compañías cerrarán completamente, lo que generará desempleo para 1 millón 573,000 personas.
Respecto a formas de operación, la medida más común que han tomado las empresas ha sido optar por el home office. En este sentido, la firma Atento encontró que el 79% de las empresas en México consideran mantener este esquema de trabajo aún después de la pandemia.
Pero, ¿qué hay de los colaboradores? ¿En qué punto de esta nueva normalidad, la opinión del colaborador entra en juego? De acuerdo con Runa HR, plataforma de servicios de nómina y RRHH, estas son las preguntas básicas que todas las empresas deben responder a sus trabajadores durante la pandemia:
- ¿Qué tan expuestos pueden estar los colaboradores al virus? Cada uno de los colaboradores vive situaciones diferentes, por lo que es lógico asumir que el riesgo de contraer el virus varía conforme cada uno; sin embargo, es necesario que las empresas estén al tanto sobre estas probabilidades, para así poder diseñar planes de retorno a las oficinas, listado de prioridad sobre quién se reintegra pronto y quién no y otras políticas internas.
- ¿De qué forma se puede apoyar a los empleados en su trabajo remoto? Seguramente no todos los colaboradores contarán con los medios óptimos para poder hacer un home office efectivo. Esto incluye software, equipo de cómputo portátil y hasta una buena conexión de internet. Otra verdad es que seguramente las empresas no podrán satisfacer todas las demandas de los colaboradores para un trabajo remoto exitoso, pero al menos sí pueden llegar a un punto medio en cuanto peticiones. Conocer las necesidades de los colaboradores también ayudará a tener en cuenta la calidad y los resultados que se pueden esperar del equipo dadas las circunstancias actuales.
- ¿Cómo la empresa puede apoyar a aquellos que se encuentran en mayor riesgo? Aquellos colaboradores que se encuentren en los grupos de riesgo serán los que demanden mayor atención por parte de la empresa. Por eso, es importante que la compañía hable con ellos sobre de qué forma puede apoyarlos para evitar exponerlos al virus.
- ¿Bajo qué medidas se sentirían seguros de volver a trabajar como antes? Es válido que las compañías pidan la opinión de los colaboradores para poder crear un plan con las medidas preventivas necesarias, el cual debe incluir el protocolo de seguridad sanitaria, la forma del regreso total a actividades y los detalles que sobre cómo actuará la empresa en caso de que se presente un posible contagio.
- ¿Qué tan oportuna es la comunicación que la empresa aporta?: Es sabido que toda buena relación tiene una excelente comunicación como pilar, y este caso no es la excepción. Tal vez el área de RRHH de la empresa considere que ha sido muy clara en los comunicados respecto a la situación de la pandemia, pero quizá para los colaboradores ha sido insuficiente. En esta situación se va a necesitar de la retroalimentación constante del equipo para que toda la organización esté en la misma página sobre los siguientes pasos a tomar.
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