Todo proceso logístico exitoso está definido por el orden, y para que se lleve a cabo de forma adecuada se debe implementar un plan en donde se fijen indicadores puntuales, o Key Performance Indicators (KPI’s). Los KPI’s son datos que proporcionan la información necesaria para tener mayor visibilidad de lo que sucede y permiten identificar los problemas, así como modificar o mejorar aquellas áreas que lo requieran.
Dentro de sus objetivos se incluye: medir el rendimiento y la productividad, garantizar la eficiencia de los recursos, aumentar la calidad del proceso y disminuir errores, optimizar costos y aumentar los beneficios del negocio.
No obstante, es común que exista confusión y surjan preguntas como cuáles o cuántos usar. En términos generales, tienen que cumplir con las siguientes características: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y paulatino; asegurándose de que empaten con el propósito final de la organización.
Además de las cualidades anteriores, que están más relacionadas a las necesidades del negocio como tal, existen varios tipos de KPIs orientados a evaluar y administrar aspectos de cada etapa:
Producción: rotación de producto, costo de controles de calidad, estado de la producción.
Almacenamiento e inventario: estado del almacén e inventario, tiempo de envío, costo de almacenamiento.
Logística de abastecimiento y compra: costos de controles de calidad, estado de los pedidos hasta que llegan al cliente.
Distribución: tiempo y calidad de entrega, costos de transportación, costos operativos.
Entrega y servicio a cliente: detección de mejoras en el servicio, medición de tiempo y calidad de entrega y en la devolución de un producto.
“Tener KPI’s que midan la eficacia de una cadena de suministro debe ser parte de la misma estrategia de la empresa y están fundamentados en las metas que se pretenden conseguir en un tiempo determinado. Su aplicación tiene consecuencias favorables para la gestión y optimización de los procesos logísticos, además de impulsar a la compañía en términos económicos”, comentó Larry Lambert, gerente senior del Programa de Marketing en Latinoamérica para Manhattan Associates.
La toma de decisiones, una organización apropiada y una evaluación periódica, son la base para construir un panorama real de la situación. Finalmente, la información proporcionada no sólo será útil a nivel interno, sino que se puede aplicar a todo el sector, hacer comparativas con los competidores y lograr un valor agregado dentro de la industria.
Nenhum comentário:
Postar um comentário