La Inteligencia Artificial (IA) se ha abierto pasos en el mundo empresarial en los últimos años, ya que más compañías están adoptando nuevas tecnologías para optimizar sus procesos operativos, agilizar la atención al cliente y poder crear publicidad personalizada.
Además, esta tendencia seguirá el mismo camino en los próximos años: para el 2023, el gasto en sistemas de IA alcanzará los 97.9 mil millones de dólares, más de dos veces y media los 37.5 millones que se tenían previstos para el 2019. Lo que representa una tasa de crecimiento anual del 28.4%, de acuerdo con el informe Worldwide Artificial Intelligence Systems Spending Guide, realizado por la firma consultora IDC.
Claramente los datos indican que se prevé un crecimiento de la IA y un beneficio para las organizaciones de todo el mundo, por lo que deben comenzar a revisar las formas de cómo puede impactar positivamente en su empresa. De acuerdo con una encuesta realizada por la asociación de CEOs, Vistage, el 29.5% de los líderes empresariales afirman que de todas las tecnologías disponibles, la IA es la que mayor impacto tendrá en sus firmas, sin importar el sector en el que se desarrollan.
“La Inteligencia Artificial no es sólo para las grandes empresas que cuentan con miles de millones de dólares de capital disponible”, señala Gustavo Parés, director general de la firma especializada en Inteligencia Artificial y Cómputo Cognitivo, NDS Cognitive Labs. “Las pequeñas y medianas empresas también pueden aprovechar las ventajas de esta tecnología para ayudar a sus empleados y obtener una gran ventaja competitiva”, explica.
En México, empresas como Banorte, Banco Azteca o Aeroméxico han logrado implementar la Inteligencia Artificial con éxito, lo que aumentó significativamente su número de clientes y alcanzó hasta el 90% de aprobación por parte de sus usuarios.
Por ello, y con el fin de alentar a las compañías mexicanas a unirse a la ola de transformación digital, NDS Cognitive Labs comparte 4 formas para implementar la IA exitosamente:
Iniciar progresivamente
Al comenzar a pequeña escala, las empresas podrán aprender a usar Inteligencia Artificial, recopilar comentarios sobre su rendimiento y expandir según sea necesario. La herramienta será de mayor valor para la compañía si la tecnología se enfoca en un área o conjunto de datos específicos. Por ejemplo, un informe realizado por la consultora McKinsey & Company indicó que la mayoría de los ejecutivos cuyas compañías han adoptado la IA han registrado un aumento de ingresos en las áreas de negocio en las que se ha aplicado, mientras que el 44% afirma que la IA ha ayudado a reducir costos a su compañía.
Además, el uso de la IA facilitará la comunicación de los colaboradores al utilizar herramientas digitales de comunicación como Slack o WhatsApp, lo que hace que la solución de los problemas sea un proceso más ágil. La Inteligencia Artificial de Amazon, por ejemplo, es capaz de medir la productividad de sus empleados a través de un sistema automatizado. Esto también se puede lograr a través de aplicaciones desarrolladas específicamente para medir y mejorar la productividad, como Asana.
Es importante comprender que la IA debe integrarse como parte de los procesos comerciales existentes, por lo que no existe una necesidad de hacer cambios culturales drásticos o nuevos procesos dentro de la organización.
Identificar áreas de implementación
Para que la implementación de la Inteligencia Artificial sea exitosa, es necesario que las empresas identifiquen las áreas en las que se necesitan estas herramientas.. Una descripción detallada del papel que desempeñará la IA y sus funciones beneficiará enormemente al negocio, por lo que es necesario analizar cuáles serán las áreas en donde se implementarán estas herramientas y qué es lo que se esperan de ellas. No sólo tecnologías de la información, sino también en la logística, en la cadena de suministro y en cualquier función empresarial en la que se pueda implementar.
Capacitar a los colaboradores
El momento perfecto para integrar la IA es cuando la empresa está preparada para una reestructuración tecnológica, es decir, si ya se han trasladado los procesos de negocio del mundo del papel a la nube. Aún así, es vital comenzar poco a poco para poder discutir los objetivos de los proyectos y ser honesto sobre lo que el equipo de trabajo aún no comprende sobre estas nuevas herramientas.
Una vez que se hayan descubierto las brechas de conocimiento, se debe capacitar a los colaboradores para que puedan hacer un uso óptimo de las aplicaciones y poder explotar sus beneficios al máximo, ya que no sirve de nada la digitalización si los trabajadores no saben cómo utilizar estas nuevas herramientas. Para lograrlo sin contratiempos se puede establecer un marco de tiempo de unos pocos meses para lograr los objetivos de capacitación.
Una vez que se complete el proyecto piloto, es necesario analizar cuánto tiempo llevará completar el proyecto total de innovación y durante cuánto tiempo se implementará en el negocio.
Incorporar la Inteligencia Artificial en las tareas diarias
La IA se tiene que entrenar para poder funcionar óptimamente, y gracias al machine learning, ésta aprenderá a realizar diferentes tareas y automatizarlas, generando datos que quedarán disponibles para los trabajadores. Así, con la información adicional provista por la automatización de la IA, los empleados tendrán una poderosa herramienta para realizar sus tareas largas y repetitivas, por lo cual podrán concentrarse en las labores más complejas y especializadas como toma de decisiones y atención personalizada a sus clientes.
Debido al temor de que la tecnología reemplace al ser humano en el espacio de trabajo, es importante presentar estas herramientas como una solución que ayudará a los colaboradores a desarrollarse profesionalmente y con la que puedan trabajar mano a mano, no como algo que los reemplazará. Esto les ayudará a tener una experiencia en la que puedan visualizar cómo la IA aumenta la importancia de su rol en la empresa.
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