Por: Principal
Empecemos con un ejemplo sencillo: supongamos que tu mejor amigo te va a regalar un billete, pero tienes dos opciones: que el billete sea de $50 y te lo dé en este momento, o que sea de $500, pero te lo dará a final de año. ¿Cuál opción eliges? Si tu respuesta fue “$50 pesos hoy, definitivamente”, es porque muy probablemente perteneces al 54% de jóvenes mexicanos que realiza compras que salen de su presupuesto, por lo que se ven obligados a recurrir a sus ahorros o a un préstamo[1]. Pero, ¿qué pasaría si un día decides ponerte un objetivo financiero a mediano plazo? Tal vez comprar tu propio departamento, realizar estudios de postgrado o abrir tu negocio.
Ante estas perspectivas puede parecer que la principal alternativa para alcanzar estos objetivos sea ahorrar. Sin embargo, no basta con esto, pues tu dinero pierde su valor con el paso del tiempo si no lo pones a trabajar, es decir, si no lo inviertes o utilizas los productos adecuados para alcanzar esos objetivos.
Si estás dispuesto a dejar pasar ese billete de $50 para ir en busca del de $500, te compartimos algunos consejos básicos para poner a trabajar tu dinero:
Despeja tus dudas
Probablemente, los primeros obstáculos que encontrarás para invertir son los famosos mitos “eso es solo para millonarios”, “es muy difícil”, “voy a perder mi dinero”, o “mi dinero no estará disponible”. Gracias a estos mitos es que 51% de los jóvenes mexicanos prefiere guardar su dinero en casa, al considerarlo “el lugar más seguro[2]”. Pero la realidad es que cualquier persona puede ser inversionista. Para despejar todas tus dudas y temores al respecto, lo más recomendable es que busques a un asesor financiero que te guíe e identifique tus necesidades específicas. Invertir no es algo que puedas decidir con las recomendaciones de tus amigos o familiares, necesitas una opinión profesional.
¿Cuánto vas a invertir?
Una vez que ya diste el paso de ahorrador a inversionista, tu siguiente tarea es analizar tus finanzas personales. Para ello, revisa con tu asesor a cuánto ascienden tus ingresos y egresos; esto permitirá saber de cuánto dinero dispones para invertir. Te recomendamos utilizar la fórmula “ingreso – ahorro = gasto” para que incluyas al ahorro dentro de tus gastos fijos. Recuerda siempre contemplar primero para tu ahorro e inversión, y ya después puedes gastar el resto de tu ingreso si así lo deseas.
Establece objetivos
Llegó el momento de establecer tus objetivos financieros. Esto también te ayudará a plantear un plazo aproximado para que los puedas alcanzar y es aquí donde tu asesor te puede ayudar a valorar qué porcentaje de tu dinero puedes ahorrar para el corto, mediano y largo plazo, al tiempo que cubres todas tus necesidades. Es importante siempre contemplar el largo plazo para cuando te retires, y lo puedes hacer a través del ahorro voluntario en tu Afore para que tu estilo de vida actual se mantenga durante tu retiro.
Conócete a ti mismo
No a todos nos gustan las mismas cosas y no todos tenemos los mismos objetivos. Aquí radica la importancia de que tu asesor te haga un cuestionario para conocerte y definir cuál es tu perfil de inversionista, que ayudará a definir el tipo de producto para ti. Este punto se relaciona con el nivel de tolerancia que las personas tienen al riesgo, por ello algunos expertos en finanzas suelen preguntar a sus clientes si se atreverían a saltar en paracaídas. Si tu respuesta es “jamás lo haría”, quizá tengas un perfil de inversionista “conservador”; si podrías llegar a considerarlo, entonces un perfil “moderado”; y quienes sí se animarían a surcar las alturas (o ya lo han hecho), se acercan más a un perfil “agresivo” de inversión. Esto les ayudará, a ti y a tu asesor, a tener una mejor idea de qué elementos debe incluir tu portafolio de inversiones, pero al final solo él te puede decir con precisión qué tipo de portafolio te conviene.
La palabra clave es: diversificar
Con diversificar nos referimos al famoso dicho “no todos los huevos van en la misma canasta”. Si hablas de inversiones, es necesario hablar de diversificación y no apostar demasiado por un solo instrumento. Debes saber que todas las inversiones conllevan un riesgo, sin embargo, tener un producto con un portafolio diversificado ayudará a minimizar el riesgo y tener tu dinero en distintos activos. Un portafolio de inversión bien diversificado puede incluir elementos de renta fija, renta variable, deuda nacional y/o internacional, además de certificados de gobierno, entre otros.
Lo cierto es que no todos somos expertos en finanzas o inversiones, pero a todos nos gusta tener la tranquilidad de que nuestro dinero está bien administrado y trabajando a nuestro favor, por eso es muy importante que nos acerquemos con un experto de una institución seria y regulada, solo así tendremos esta tranquilidad.
Para alcanzar tus objetivos de inversión es probable que tengas que hacer algunos ajustes en tu día a día, pero no se trata de dejar de gastar o dejar de disfrutar de tu vida actual, sino de administrarte mejor. Es saber cuánto puedes gastar hoy, sin sacrificar tu departamento nuevo, tu maestría o tu propio negocio.
Nenhum comentário:
Postar um comentário