Estamos por festejar el Día Internacional de Internet Seguro. Se celebra el segundo día de la segunda semana del segundo mes de cada año, por lo que este 2021 será el 9 de febrero. Su objetivo: concientizar sobre lo importante que es hacer de Internet una plataforma digital más segura. Y vaya que esto es cada vez más urgente.
Las empresas llevan mucho tiempo intentando protegerse de criminales cibernéticos cada vez más preparados. Con la llegada del Covid 19, muchas aumentaron su uso de la nube para adentrarse más en la era digital y, así, seguir ofreciendo sus servicios a un público mayoritariamente confinado, pero esto incrementa los riesgos. De hecho, según el Reporte de Tendencias de Protección de Datos 2020 de Veeam, su principal preocupación desde el punto de vista del negocio son justamente las amenazas cibernéticas. Asimismo, este año las estrategias estarán puestas en la seguridad de sus infraestructuras de nube.
Nosotros, como individuos siempre conectados y cada vez más digitales, debemos interesarnos también en que todo lo que hacemos por Internet se mantenga protegido. Sin embargo, una recopilación de ESET[1] indica que es poco lo avanzado en ese sentido: 6 de cada 10 usuarios califican de insuficientes sus conocimientos sobre seguridad, aunque 3 de cada 4 han perdido información o dinero por no contar con respaldos; el número de denuncias por ataques cibernéticos creció 400% en la pandemia y hubo 95 millones de ataques dirigidos a aplicaciones web. Con todo, la contraseña “123456” sigue siendo la más utilizada en la web, con más de 2.5 millones de usuarios (en 2020).
Las circunstancias actuales han venido a complicar el panorama, pues somos más dependientes de la tecnología que nunca: nos conectamos con compañeros de escuela o trabajo desde casa, hacemos trámites bancarios en línea, compramos en tiendas web, platicamos con amigos por apps de chat o videoconferencia, nos enteramos de todo y compartimos nuestras opiniones en las redes sociales, encargamos comida a domicilio desde el móvil y mucho más.
Hay que tener presente que nuestros datos están en mayor riesgo, pues se encuentran constantemente “viajando” entre nubes e infraestructuras tecnológicas, y pueden ser interceptados por hackers informáticos. De ahí que todo lo que podamos hacer para incrementar su seguridad puede significar mucho.
Podemos comenzar por aumentar el nivel de seguridad de nuestras contraseñas (combinando mayúsculas, minúsculas, símbolos y números, y actualizándolas regularmente); informarnos sobre los métodos utilizados por los hackers para robar nuestros datos; mantener nuestros sistemas, apps móviles y plataformas siempre actualizados; respaldar nuestros datos y archivos más importantes; preferir las redes seguras, sobre todo para transacciones bancarias o manejo de información importante y confidencial, y apoyarnos en expertos cuando tengamos duda de cómo proceder.
Las organizaciones, en tanto, no sólo están conscientes de la urgencia por reforzar sus estrategias de Gestión de Datos en la Nube e incrementar la seguridad en la nube, como plataforma base en el uso de Internet, sino que además continúan avanzando en su transformación digital a través de dos nuevas tendencias:
- DevOps se está convirtiendo en elemento crucial para ofrecer servicios digitales eficientes y en el momento adecuado. Con DevOps, metodología centrada en agilizar el desarrollo y operación del software a través de unificar ambos conceptos, así como los procesos, tecnologías y personas involucradas, el proceso de crear nuevo software es más ágil y los productos se crean más rápido y son más seguros y confiables.
- Contenedores y Kubernetes (la cual se consolida como la plataforma por default para estructurar contenedores) son parte central de la estrategia de TI pues aceleran su traslado a la nube al permitirles crear aplicaciones que son nativas de este entorno y, de esta forma, su escalabilidad es más fácil y segura, su rendimiento es mayor y es más fácil moverse entre nubes.
Por Abelardo Lara, Country Manager de Veeam México
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