Intel anunció en el Consumer Electronics Show (CES por sus siglas en inglés) de 2018, dos grandes hitos en sus esfuerzos para la investigación y el desarrollo de tecnologías informáticas futuras, incluyendo el cómputo cuántico y neuromórfico, que tienen potencial para ayudar a sectores industriales, instituciones dedicadas a la investigación y la sociedad en general, a resolver los problemas que no pueden ser solucionados con los ordenadores clásicos de hoy.
Durante su ponencia, Brian Krzanich, CEO de Intel, anunció el éxitoso diseño, la fabricación y suministro de un chip de pruebas cuánticas de superconducción de 49-qubit. En la ponencia también resaltó las promesas que ofrece la informática neuromórfica.

La digitalización de casi todo está creando un aumento impresionante de los datos estructurados y no estructurados, además del incremento del deseo para recopilar, analizar y actuar basándonos en esa información. Todo esto está impulsando una demanda de cada vez mayor rendimiento informático, además estimula a Intel a realizar investigaciones de estas nuevas arquitecturas especializadas.
Escalando el sistema de cómputo cuánticoA Sólo dos meses del suministro de un chip de pruebas de superconducción de 17-qubit, Intel dio a conocer “Tangle Lake”, un chip de pruebas cuánticas de superconducción de 49-qubit. El chip toma su nombre de una cadena de lagos en Alaska, un “guiño" a las temperaturas extremadamente frías y al estado complicado que requieren los bits cuánticos (o “qubits”) para funcionar.
Tangle Lake representa el progreso para alcanzar los objetivos de Intel para desarrollar un sistema de cómputo cuántico completo, desde la arquitectura a los algoritmos para controlar la electrónica. La obtención de un chip de pruebas de 49-qubit es un hito importante porque permite a los investigadores valorar y mejorar las técnicas de corrección de errores y simular problemas informáticos.
En su ponencia, Krzanich predijo que el cómputo cuántico resolverá los problemas que hoy podrían mantener ocupados a los mejores superordenadores durante meses o años, como el desarrollo de medicamentos, la elaboración de modelos financieros y las previsiones meteorológicas. Aunque la informática cuántica tiene potencial para resolver los problemas convencionales que no pueden solucionarse con los ordenadores convencionales, este campo aún se encuentra en su etapa inicial.
“En la búsqueda para ofrecer un sistema de cómputo cuántico comercialmente viable, cualquiera puede ganar”, afirmó Mike Mayberry, Vicepresidente Corporativo y Director General de Intel Labs. “Pensamos que pueden trascurrir entre cinco y siete años antes de que la industriase ocupe de los problemas a escala de ingeniería, y esto probablemente requerirá 1 millón o más de qubits para tener relevancia comercial”.
La necesidad para generar una mayor cantidad de qubits operativos es la razón por la que Intel, además de invertir en qubits de superconducción, también investiga los llamados spin qubits en silicio. Los spin qubits podrían ofrecer grandes mejoras, ya que son mucho más pequeños que los qubits superconductores. Los spin qubits simulan a transistores de un único electrón, muy parecidos a los transistores convencionales y potencialmente fabricables con procesos comparables. De hecho, Intel ya inventó spin qubit con su propia tecnología de proceso de 300 mm.

La promesa del cómputo neuromórfico
Krzanich también mostró las investigaciones de Intel en el cómputo neuromórfico, un nuevo paradigma informático inspirado en el funcionamiento del cerebro que podría generar importantes mejoras en rendimiento y eficiencia energética al futuro de la inteligencia artificial.
Intel Labs ha desarrollado un chip de investigaciones neuromórficas, con nombre de código “Loihi”, que incluye circuitos digitales eimita las operaciones básicas del cerebro. Loihi combina la formación y las inferencias en un único chip, con el objetivo de hacer más eficiente el aprendizaje automático.
Krzanich destacó la importancia de estas investigaciones y el progreso que Intel está logrando en este campo. “Intel está realizando grandes esfuerzos en investigación y hoy contamos con un chip de investigaciones neuromórficas totalmente operativo”, afirmó. “Esta increíble tecnología se incorpora a la amplia variedad de soluciones de AI que Intel está desarrollando”
Los chips neuromórficos podrían utilizarse fundamentalmente en cualquier lugar en donde se necesite procesamiento de datos en situaciones reales, en entornos en tiempo real y constante evolución. Por ejemplo, estos chips podrían permitir cámaras de seguridad más inteligentes e infraestructuras para ciudades inteligentes diseñadas para facilitar las comunicaciones en tiempo real con vehículos autónomos.
En el primer semestre de este año, Intel tiene planes para compartir el chip de pruebas Loihi con universidades destacadas e instituciones dedicadas a investigaciones, utilizándolo al mismo tiempo en conjuntos de datos y problemas más complejos.