Las startups de alto impacto como Rappi, Airbnb, Stripe o Uber nacieron de una buena idea, pero no es lo único que se requiere para alcanzar el éxito. Gran parte de los logros de una empresa se deben a las habilidades, conocimientos y experiencia de sus fundadores.
Israel Cerda de la Garza, socio de la firma G2 Consultores, menciona que la mayoría de las personas creen que una gran idea es la clave de todo éxito en las startups, pero eso es sólo es una pequeña parte. “Una buena idea debe resolver una necesidad del mercado, funcionar y ser escalable, y para alcanzar dichos objetivos los emprendedores necesitan habilidades desde el inicio y desarrollar otras que adquieren sobre la marcha”.
Un estudio de la consultora TTI Success Insights realizado a un grupo de emprendedores a nivel mundial, arrojó que las principales aptitudes que presentan este tipo de personas son la persuasión, liderazgo, responsabilidad personal, orientación hacia objetivos y habilidades intrapersonales.
En el caso de México, de acuerdo con el Instituto del Fracaso, iniciativa de Fuckup Nights que estudia las historias de fracaso de más de 50 países, el emprendedor tecnológico mexicano inicia su empresa cuando tiene entre 25 y 40 años, más del 88% tiene experiencia laboral previa, 42% cuenta estudios de posgrado, de los cuales 10.5% tiene el grado de doctorado y 31.5% de maestría, el 42% es profesionista y el 10% abandonó la universidad, y más del 90% son hombres.
Si bien no existe un perfil específico para determinar si una persona es o no emprendedor, lo que es un hecho es que las habilidades de los fundadores, junto con la ejecución del proyecto, son piezas fundamentales para el éxito de la empresa, mucho más importantes que la idea en sí.
“Deben desarrollar y fortalecer habilidades valiosas, además de buscar constantemente fondos, administrar el capital, despertar el interés de los inversionistas, conocer a detalle el desempeño financiero y comercial de la empresa, y medir la operación, por mencionar algunos de los principales elementos”, asegura Israel Cerda.
El equipo de expertos de G2 Consultores te comparte las siguientes habilidades básicas que deben tomar en cuenta los emprendedores para desempeñarse de una manera más ágil y flexible:
Análisis objetivo
La habilidad de escuchar lo que ocurre en el mercado y discernir con objetividad sobre las fortalezas y debilidades del producto o servicio, modelo de negocio y talento humano, son una constante para los emprendedores. Deben contar con inteligencia emocional para actuar con objetividad.
Si el mercado te manda señales de que las cosas no van bien, entonces es momento de replantear la estrategia (pivotear) y medir de cerca los resultados obtenidos con el cambio realizado. Escuchar a tu mercado y tomar acción en lo detectado es fundamental, no hacerlo normalmente termina en fracaso.
Reconoce tus fortalezas y debilidades
Para ser un emprendedor exitoso es necesario reconocer las fortalezas, pero también es importante detectar las debilidades para trabajar en ellas. Esto es una característica muy valorada por la industria, además de ser la base para seleccionar al equipo correcto que cubra esas brechas en la startup. El mismo estudio de TTI Success Insights señala que la falta de autogestión de sí mismos, planeación y organización son las cualidades que más carecen entre los emprendedores.
Adaptación a cualquier escenario
El mundo de los negocios se mueve cada vez más rápido, por lo que es imprescindible adaptarse a cualquier cambio. Normalmente los emprendedores enfrentan los retos del mercado y adquieren el conocimiento que les hace falta sobre la marcha, si uno quisiera esperar a estar 100% preparado para emprender con éxito, sería ya tarde para el mercado. Es necesario definir y ejecutar un plan para adquirir ese conocimiento y fortalecer las debilidades.
Nociones de administración
Finanzas, contabilidad, producción, asuntos legales y operación de la empresa son temas que los emprendedores deben tener presente en todo momento, por lo que es importante que tengan nociones de cómo se llevan a cabo dentro de su empresa. Además, contar con esa información facilita la toma de decisiones estratégicas, tanto de la dirección de la startup como de inversionistas y accionistas.
Confiar en los expertos
Los consultores y mentores son jugadores muy solicitados en el ecosistema emprendedor. Su trayectoria y experiencia ayudan a las startups en las diferentes fases de su crecimiento, por lo que alejarse de ellos resulta ser un grave error. Es recomendable acercarse a ellos para solicitar consejos, asesorías y tomarlas en serio. Todo a favor de fortalecer las debilidades de los fundadores y adquirir ese conocimiento que se requiere para lograr el éxito en las siguientes etapas de la empresa.
Resiliencia emocional
La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades, superarlas y seguir adelante. Las startups enfrentan una enorme cantidad de retos e incluso de fracasos, es por ello que la resiliencia resulta una característica muy valorada y prácticamente necesaria en un emprendedor. Es una gran herramienta que otorga una ventaja competitiva y convierte cada momento difícil en una oportunidad de crecimiento.
En conclusión, una buena idea es el origen de un emprendimiento, pero para que éste alcance el éxito es necesario que los emprendedores adquieran el conocimiento y las habilidades adecuadas para escalarlo.
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