Todos hemos ordenado comida a domicilio al menos una vez, y ahora, con mayor facilidad gracias a la popularización de aplicaciones como Postmates para hacerlo de forma más sencilla desde nuestros dispositivos móviles.
Sólo basta una tarjeta de crédito o débito, conexión a internet y en nuestras manos está el poder de tomar el teléfono y abandonarnos al antojo, pues estas plataformas albergan una gran variedad de opciones para cualquier capricho: comida mexicana, sushi, pizza, comida china, tacos, hot dogs, hamburguesas, bebidas frías o calientes y muchas más.
Para que los alimentos lleguen a salvo desde el restaurante hasta su destino, existe una cadena de valor a veces invisible. Hasta ahora se habla sólo de la labor de los cocineros, pero, en el caso de las aplicaciones de entrega de comida a domicilio, hay un eslabón fundamental que toca a nuestra puerta siempre, con deliciosas noticias: los repartidores.
La flotilla de repartidores de Postmates nos cuenta algunas anécdotas
Detrás de cada reparto hay una historia que contar
Primer reparto
Para todos hay una primera vez. Aunque su historia comienza con un curso de capacitación, el primer reparto siempre se vive con mucha intensidad. Las emociones van desde alegría y entusiasmo, hasta preocupación y cuidado para que los alimentos llegaran en perfectas condiciones hasta su destinatario.
Hora pico
Las horas que transcurren entre el almuerzo y la hora de la comida son una gran oportunidad para la mayoría, pues, de acuerdo con su experiencia, es entre 11:00 am y 4:00 pm cuando más usuarios realizan pedidos.
Pedidos a la medida
Como muestra de que para estas aplicaciones es posible cumplir con cualquier expectativa del usuario, existe una casilla en la que pueden introducir instrucciones especiales para la preparación de sus alimentos. “Sin cebolla” o “mandar salsas extra” son algunas de las más comunes, pero otras indicaciones son tan inusuales como pedir una hamburguesa “sin pan”. Su deber es preguntar a quienes les entregan la comida en el establecimiento si el pedido cumple con las especificaciones del cliente.
Rodando por la ciudad
Algunas rutas son más concurridas que otras cuando conducir una bicicleta o moto se convierte también en paseo. Para la mayoría resulta bastante cómodo recorrer la ciclovía de avenida Paseo de la Reforma bajo la sombra de los árboles de los camellones.
Sus recorridos requieren buena condición física si se realizan en bicicleta y muchas habilidades cuando se hace en moto. Algunos ciclistas nos cuentan que además de un ingreso, buscaban un trabajo que los alejara de un estilo de vida sedentario. Gracias a los repartos, recorren desde 40 hasta 70 kilómetros en bici y hasta 200 kilómetros en moto.
Pequeños antojos y grandes pedidos
El uso de las plataformas de entrega de comida a domicilio satisface cualquier capricho comestible del usuario. Algunos optan por no salir de casa para ordenar un único producto como unas donas espolvoreadas cuyo valor puede ser más pequeño que el valor de la entrega y de la propina entregada al repartidor. Muchas veces es usada para hacer del usuario un anfitrión que pueda proveer un gran almuerzo para todos sus invitados.
Los repartidores consultados hablaron de los pedidos más grandes que han entregado: 8 cajas de pizza grande; 8 combos de quesadillas con un vaso de jugo y otro de fruta, respectivamente; 6 charolas de chilaquiles y 6 litros de agua fresca, son algunos.
El pedido más épico fue de un usuario que ordenó 30 paquetes de pollo rostizado. Para asegurarse de que todo llegara en perfectas condiciones, el repartidor que conducía una moto, prefirió hacerlo en dos viajes, pues la entrega incluía además, 30 paquetes de papas fritas, aproximadamente 20 kilos de tortillas, salsas y complementos. Una gran anécdota para contar.
La labor que realizan diariamente hombres y mujeres en vehículos de dos ruedas para llevar tu desayuno, comida o cena es tan importante como el trabajo de quien prepara los alimentos. La próxima vez que ordenes comida a domicilio no verás con los mismos ojos al personaje que toque a tu puerta para entregarte un delicioso paquete.
“Enchúlame la bicla” de Postmates, cuidando las bicicletas de quienes aman rodar
Recientemente concluyó la iniciativa más reciente de Postmates México: “Enchulame la bicla”, un taller exclusivo para que repartidores de comida a domicilio y usuarios en general pudieran dar mantenimiento básico y enchular sus bicicletas de forma gratuita.
Entre el 17 de octubre y el 5 de noviembre de 2019, Postmates hizo felices a más de 150 usuarios de este medio de transporte tan eficiente y ecológico con los siguientes resultados:
• 165 bicicletas enchuladas
• 280 stickers reflejantes colocados
• 30 portabultos instalados
• 30 soportes para celular entregados
• 30 luces traseras recargables colocadas
• 30 kits básicos de herramientas para reparación obsequiados
• 30 pares de luces para rines instaladas
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