● De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, el costo del ciberdelito en América Latina ha llegado a los 90 mil millones de dólares, afectando a los sectores de Tecnologías de la Información, salud, finanzas y seguros.
Ciudad de México, 26 de noviembre de 2020.- La necesidad de migrar rápidamente hacia modelos digitales que permitieran la continuidad de la vida diaria: desde hacer la compra de comida, tener juntas a distancia hasta mantener aspectos de pagos, cobros y facturación implicó un salto hacia una mayor adopción de la tecnología y una mayor hiperconexión -y también- la necesidad de establecer a la ciberseguridad como un elemento indispensable para la entrega de valor a los clientes.
Ante la conmemoración del Día Mundial de la Ciberseguridad, este próximo 30 de noviembre, es importante que las empresas, de todo tamaño y todos sectores, tomen en cuenta la importancia del tema, en especial, porque de acuerdo con cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, el costo del ciberdelito en América Latina ha llegado a los 90 mil millones de dólares, afectando sobre todo a los sectores de Tecnologías de la Información, salud, finanzas y seguros.
Para Gustavo Chapela, director de KIO Cyber Security, este panorama coloca a la ciberseguridad como uno de los temas más importantes para cualquier sector, sobre todo para aquellos cuyo uso de tecnología forma parte del negocio principal, como el de e-commerce y Fintech que, tras la experiencia adquirida en esta contingencia sanitaria, han aumentado en un 27% su inversión en ciberseguridad.
¿Cuáles son los principales aprendizajes que las empresas de distintas industrias han adquirido durante los últimos meses en materia de ciberseguridad y que marcarán la pauta para los siguientes años?
Incorporar a la ciberseguridad a la cultura de trabajo: El factor humano es uno de los elementos fundamentales en la prevención de ciberataques, y se vuelve clave ante entornos donde hay incertidumbre y zozobra, cuando hay más probabilidad de buscar en sitios no seguros o caer en algún tipo de phishing y proporcionar datos o abrir algún correo malicioso que puede poner en peligro a toda la organización, en especial, si no hay medidas preventivas necesarias.
Fortalecer una visión integral: El uso de tecnologías es transversal en todas las organizaciones e industrias: incorpora todos los procesos y mecanismos para poder operar, y esto se debe trasladar a la visión de ciberseguridad. Un elemento fundamental es identificar los servicios de ciberseguridad como una inversión dentro de la estrategia empresarial para generar confianza y certidumbre en sus servicios.
Asegurar la información: Los datos son parte del valor del negocio: desde los personales de quienes llevan la empresa o colaboran con ella, proveedores, órdenes de compra, facturación, cuentas por pagar; además de las asociadas directamente con el día a día del negocio. Es necesario un sistema robusto y estrategias de ciberseguridad para salvaguardar toda esta información que puede estar en los servidores en la nube, correo electrónico o aplicativos propios.
Tener un equipo de especialistas: Aún es frecuente que la ciberseguridad sea vista como una extensión del área de TI, una tendencia que tiene que quedar en el pasado, pues implica perder un enfoque experto al combinar tareas de distintas áreas en un sólo departamento, afectando los objetivos de seguridad cibernética y la protección de datos. Es por eso que quienes cuentan con un Chief Information Security Officer (CISO) tienden a desarrollar estrategias de seguridad integral, lo que es un beneficio para el negocio.
Sin duda, este Día Mundial de Ciberseguridad es relevante dado el parteaguas que ha representado 2020 en cuanto a digitalización e importancia en el cuidado y resguardo de información. De hecho, se prevé que para el 2025, el mercado de seguridad cibernética de América Latina alcance 26.2 mil millones de dólares.
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