Mientras que podemos encontrar inspiradoras tecnologías que están digitalizando nuestras ciudades y mejorando la conectividad de los servicios cotidianos, lo cierto es que aún hay demasiadas barreras para crear una ciudad inteligente verdaderamente.
Actualmente, nos encontramos con una conexión dispar de servicios; un área de cobertura de Wi-Fi por aquí, algunas terminales por allá. Hasta que podamos brindar una mayor consistencia en la conectividad que estamos ofreciendo a lo largo de la ciudad, dos cosas continuarán sucediendo:
• La ‘experiencia conectada’ para la gente viviendo en ciudades se quedará corta.
• Habrá un gran y continuo riesgo de seguridad rodeando el equipo conectado en la ciudad.
Para construir la ciudad inteligente que la gente realmente quiere, con la capacidad de acceder a servicios en cualquier momento, en cualquier lugar, se requiere un enorme esfuerzo de conectividad con seguridad integral. Y este trabajo está más allá de la capacidad de un solo vendedor.
Equilibrar la experiencia con el riesgo
Solo considerar lo que significa proveer acceso inalámbrico a una ciudad con millones de residentes, por ejemplo. Son miles de puntos de acceso inalámbricos, a través de ambientes interiores y exteriores. Si de pronto tú quieres ofrecer un servicio de contratación de bicicletas, entonces tienes miles de sensores IoT más, diferentes tipos de hardware, que necesitan estar conectados también.
Todo esto debe ser manejado cuidadosamente, porque entre más dispositivos conectados haya, más puertos de entrada habrá para un atacante. De hecho, después de encuestar gobiernos locales el año pasado, encontramos que 86% de aquellos que han adoptado IoT en su ciudad ya han experimentado algún traspaso asociado a la seguridad.
Incrementalmente, las ciudades requieren un ambiente de red que pueda segmentar a cada persona individualmente y a cada dispositivo que esté tratando de conectarse. Al hacerlo, el equipo de IT puede dar prioridad a la conectividad a servicios específicos conforme se necesiten, y aislar amenazas entrantes en cuanto sean detectadas.
La necesidad de arquitecturas abiertas
Para superar barreras existentes de la ‘ciudad inteligente’, necesitamos ser capaces de tener una visión más amplia de lo que está siendo conectado a lo largo de la red de una enorme ciudad. Este acto de integración solo puede lograrse con un acercamiento de multi vendedor.
Imagina que quieres añadir servicios de tráfico de información en tu ciudad, pero tu hardware existente no es compatible con el software que necesitas. ¿El equipo de IT debe destrozar y reemplazar su equipo, o descartar el nuevo servicio? En la misma encuesta que llevamos a cabo el año pasado, encontramos que el 49% de las ciudades tienen dificultades con tan solo eso - integrar la tecnología anterior con la nueva.
Para crear experiencias duraderas de la ciudad inteligente necesitamos una infraestructura abierta que esté construida con estándares abiertos de la industria, APIs abiertos, con código fuente abierto y que esté al alcance de una red abierta de socios. Además, debe de interoperar con otras aplicaciones ahora y en el futuro.
Un ejemplo de cómo funciona este acercamiento colaborativo en acción puede ser visto en la Universidad de Cambridge. Su uso de la infraestructura de Aruba le ayudó a crear un acceso público a la red, utilizada por consejos locales, prestadores de servicios, estudiantes, investigadores y miembros del público para todo; desde reservaciones en una biblioteca hasta actualizaciones de viaje.
Miles de ciudadanos usan la red a través de la ciudad, y muchos sistemas de IT están en uso. Pero los usuarios de la red no son afectados, porque dondequiera que estén en la ciudad, en interiores o exteriores, su capacidad para conectarse es ininterrumpida, y sus credenciales de inicio de sesión no cambian. La gente de Cambridge puede ir de A a B con mayor rapidez, y ultimadamente de eso se trata la ciudad inteligente.
En el caso de México, el Municipio Querétaro es un ejemplo de la incorporación de la ciudad inteligente. La dirección de Sistemas de Información del Municipio, con su plan de transformación digital: “Querétaro Ciudad Digital”, empezó a enfocarse en brindar servicios que hoy en día la gente espera debido al uso constante de dispositivos móviles.
A través de la tecnología de proximidad de Aruba es que comenzaron a alinear las necesidades de IT con las de los ciudadanos. Ya que la ciudad inteligente no solo se trata de brindar conectividad, sino de mejorar la experiencia de los usuarios. Como parte del programa se implementó esta tecnología en un museo a través de una aplicación, lo que generó una experiencia distinta e interesante para los usuarios de todo rango de edad. Por ello, el Municipio de Querétaro está por liberar el uso de esta tecnología en todo el Municipio con la aplicación de turismo del Municipio. Son este tipo de transformaciones las que permiten acercarse a la ciudad digital.
No podemos crear una ciudad inteligente con solo presionar un botón. Para mejorar verdaderamente el bienestar de tus ciudadanos, la ciudad inteligente necesita ser construida sobre fundamentos abiertos, con seguridad y la experiencia del usuario en mente. Y no hay una compañía en el mundo que pueda lograr esto por sí misma.
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