Luego de meses de confinamiento, COVID-19 ha traído complicaciones económicas para muchas personas. De frente a esta situación, las prioridades en las finanzas personales han comenzado a ser otras, en donde aspectos como el ahorro y la previsión han tomado un papel más relevante.
En este contexto, una correcta planificación financiera deberá realizarse con una toma de consciencia mucho más profunda, con la finalidad de encontrar una pronta recuperación a la situación actual y tener una sólida preparación ante eventualidades futuras. Para ayudarte en este proceso de planeación financiera y logres un futuro financiero estable, Principal, especialista en inversiones a largo plazo, comparte el a-b-c de las finanzas personales durante esta nueva normalidad.
a – Evita las deudas
Mantén siempre clara tu capacidad de endeudamiento, procurando que tus gastos personales -entretenimiento y esparcimiento- no excedan por ningún motivo tus ingresos y no pongan en peligro tu capacidad de cumplir con tus gastos fijos -renta, alimentación y servicios-.
¿Cómo hacerlo?
Un gran paso es evadir las compras innecesarias, repensando la compra de artículos que por ahora no son necesarios. Por ejemplo, haz una lista previa de lo que necesites del super y solo adquiere lo que incluiste en ésta. En caso de que tengas que hacer una compra importante, establece una cantidad límite que no exceda el 30% de tus ingresos. Así, asegurarás no poner en riesgo tus gastos fijos y tendrás oportunidad de ahorrar para alguna emergencia.
b – Ahorra lo más que puedas y dale valor a tu dinero
Asegúrate de prevenir y tener la capacidad de sortear posibles dificultades financieras sin tener que endeudarte, en caso de que se presente algún imprevisto en el futuro. Ahorrar también te funcionará como un vehículo para cumplir alguna meta personal: comprar una casa, un auto, ir de viaje, un retiro financiero estable, por ejemplo.
¿En dónde ahorrar?
Definir el lugar en donde puedes ahorrar tus recursos, depende del objetivo que tengas. Actualmente existen múltiples instrumentos como una cuenta bancaria o un fondo de inversión. Prioriza en aquellos que se acomoden a tus metas y ofrezcan mejores oportunidades de obtener rendimientos por tus recursos. Evita hacerlo a través de mecanismos informales como tandas que, aunque ayudan a ahorrar, sólo acumulan el dinero y no ofrecen posibilidades de crecimiento.
c – Hay cosas que no se pueden prevenir, pero prepárate para las que sí
Dentro de esta nueva normalidad, uno de los grandes aprendizajes es que siempre se debe estar preparado para enfrentar cualquier escenario. Hay algunos que no se pueden predecir ni saber su existencia, pero hay otros que sí. Por ejemplo: tu retiro.
¿Por qué prepararte?
Prepárate para una posible crisis y cumple tus objetivos financieros, independientemente de cualquier escenario. Utiliza las herramientas que están a tu alcance, como tu cuenta individual de Afore, y destina aportaciones voluntarias que podrían ayudarte a mejorar tu situación económica en esa etapa de la vida. Hoy, si algo es seguro es que el futuro llegará. Decide la forma en que quieres llegar a él.
Finalmente, no permitas que una situación similar a la actual pueda afectarte. Haz el propósito de tener en todo momento, al menos, tres meses de ahorro de lo equivalente a tus gastos disponible para cualquier imprevisto.
Evita las consecuencias de una mala planeación financiera y asegúrate de que tu dinero tenga el máximo aprovechamiento. Ante estos cambios y nuevas prioridades que esta emergencia sanitaria ha traído, no pierdas la oportunidad de acercarte a algún experto que podrá ayudarte a establecer las prioridades en tu planificación y ayudarte a cumplir tus metas.
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