Ya sea que tengas contemplado vender tu startup o levantar una ronda de inversión, en algún punto será necesario valuar tu compañía. Aunque determinar el valor de un negocio no es una ciencia exacta y tiene mucho de subjetivo, para los emprendedores es necesario tener una idea concreta y realista de cuánto vale lo que han construido, especialmente en un contexto en el que los inversionistas no abundan.
“Las empresas valen en función de diferentes aspectos que configuran una suma de valor y va a depender del estado o nivel de desarrollo que tenga la startup”, explicó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores y especialista en startups. “Con las startups, la valuación depende de si tienen un concepto probado o si aún no tienen ninguna tracción”, agregó.
Si la startup cuenta con ventas, clientes y presencia en el mercado, se puede realizar una proyección a futuro y valuar la empresa basándose en estos flujos con cierto grado de credibilidad debido al antecedente.
Cuando la startup no tiene tracción se utiliza un modelo de valuación de intangibles en donde lo que se evalúa es cuánto vale el emprendedor, la idea, el timing de la oferta del negocio, su capacidad de ejecución, modelo de negocio, parámetros de riesgos, entre otros factores, y a partir de eso se realiza la valuación.
Si bien la valuación con más peso la realizan los inversionistas, los emprendedores deben hacer su trabajo y tener muy en claro cuál es su parámetro. Es como una gráfica de Venn y en las coincidencias de las dos valuaciones se comienza a negociar.
Llegar a buscar a un inversionista con una valuación irreal de la propia empresa es una de las formas más rápidas para ser bateado por los fondos de inversión. Para que tengas una mejor idea de lo que vale tu empresa, te recomendamos tener en cuenta estos consejos al momento de realizar tu valuación:
1. No pidas las perlas de la Virgen
Puede que tu compañía tenga una oferta de valor muy atractiva, un historial de ventas comprobado y un modelo de negocios infalible, pero si la valuación de tu empresa es exagerada entonces los inversionistas dudarán de tu capacidad de tomarle el pulso a tu propio negocio.
Tienes que tener en cuenta que un inversionista espera obtener un retorno de su dinero, así que no puede pagar un precio alto por la empresa pues reduciría mucho sus márgenes. “Una valuación irreal da la impresión de que no tienes ni idea o la suficiente inteligencia para poner una propuesta real sobre la mesa y esa es la manera más rápida de arruinar un pitch”, agregó González Gasque. “Sobrevalorar o creer que vale menos de lo que en realidad vale son errores graves desde el punto de vista desde un inversionista, ¿cómo no vas a saber cuánto vale tu empresa?”, añadió.
2. Ten un buen plan de negocios
Armar un plan de negocios coherente es indispensable, pues es lo que termina por concretar los elementos intangibles de un negocio. Con un buen plan de negocios, que tenga una proyección realista con premisas aterrizadas, la credibilidad y el valor de la empresa aumentarán.
“Si llegas a pitchar un negocio en una servilleta o no conoces bien los números de tu empresa o tu mercado, obviamente la percepción de riesgo es más alta y la calidad de ejecución tendrá una menor calificación, derivando en una valuación mucho más baja”, apuntó González Gasque.
3. Pide ayuda
Si estás por comenzar negociaciones con fondos de inversión, será básico que conozcas la valuación de tu startup. De ser posible, pide que te expliquen los parámetros que son apropiados y el criterio de valuación, de esta manera podrás desarrollar una estrategia fundamentada con la cual proteger tu trabajo al llegar a la mesa de negociación.
Quizá todo esto te resulte ajeno y complicado. Si es así, la alternativa es buscar a un especialista para que te ayude a realizar tu valuación. Más vale.