por Yesica Flores |
Por Olivia Salas, Directora de Marketing de Red Hat México.
“¿Y quién será el responsable del proyecto?”. En los consejos directivos de las organizaciones, dicha pregunta no siempre tiene una respuesta fácil y puede producir silencios incómodos.
Los planes de transformación digital causan las mismas reacciones. Las empresas, en todas las latitudes e industrias, reconocen la importancia de iniciar esta evolución, pero llegado el momento, la cuestión surge de inmediato: ¿quién debe liderar el viaje hacia la innovación?
En muchas organizaciones, la respuesta se ha materializado en un nuevo rol corporativo: el director de Digitalización, o Chief Digital Officer (CDO), a quien se le encomienda concretar la evolución innovadora del negocio. Por la sustancia digital del cargo, que indudablemente exige una sólida competencia tecnológica en materias como Internet de las Cosas, Big Data, movilidad, desarrollo de aplicaciones, entre otras, se asume que el director de Sistemas (CIO, por sus siglas en inglés) es un candidato ideal para la responsabilidad.
Sin embargo, de acuerdo con encuestas entre corporaciones globales, sólo el 35% de los CIO dirigirá la transformación digital de sus organizaciones. Un dato que sugiere que los directivos de Tecnologías de la Información (TI) no son la primera opción para comandar una iniciativa tan trascendente. Estos especialistas también deben afrontar una pregunta, al parecer, sin respuesta sencilla: “¿Y por qué yo no?”.
CDO: una evolución posible para el experto TI
En la elección de un líder para dirigir la transformación digital, según los expertos, la mayoría de los CIO pierde la oportunidad en la misma situación: no logran demostrar, en forma contundente, que su habilidad tecnológica está firmemente alineada a los valores de negocio. Por ejemplo, los CIO pueden proyectar un gran conocimiento sobre IoT (sus características, formas de implementación, costos de infraestructura), pero pierden confianza ante cuestionamientos que un CDO debería responder: ¿qué significará IoT para la experiencia del cliente?, ¿esta innovación generará nuevas oportunidades o líneas de negocio?, ¿tendrá un efecto negativo en una oferta?, ¿cómo influirá IoT en la estrategia de ventas y mercadotecnia?
En ese sentido, en el marco de una transformación digital, el CDO entiende qué necesita cambiar, por qué debe hacerlo y cuál será la repercusión de negocio, mientras que el CIO se concentra en cómo realizar la modificación.
No obstante, un líder del área de Tecnología o Sistemas puede tomar las riendas de una iniciativa digital si cambia su enfoque y desarrolla nuevas capacidades. Entre otros aspectos, debería poner atención a:
• Mejorar la comunicación con los líderes de negocio. En sus diálogos con los gerentes y directivos de otras áreas, es necesario reducir el uso de palabras como “algoritmo”, “protocolo” o “zettabytes”, y privilegiar conceptos como “trayecto del cliente”, “ventas multicanal” y “experiencia del usuario” –entre otros. Esto implica una nueva actitud y enfoque: no sólo pensar en el costo, la implementación y la gestión de la innovación, sino en cómo utilizarla para alcanzar metas de negocio que generan valor a la empresa.
• Definir nuevos parámetros de colaboración. Dado su foco y experiencia en la operación, los CIO tienden a hablar y pensar en escala de “proyectos”. Hoy, la prioridad es interactuar con los distintos departamentos empresariales, entender sus objetivos y plantear “resultados de negocios”. El CDO es un habilitador de capacidades, no un gestor de tareas. Los mejores CDO detectan las necesidades de las áreas corporativas, incluso antes de que éstas las reconozcan.
• Nueva escala de valores. En la dinámica de su equipo de trabajo original, el departamento de Sistemas o Tecnología, el CIO debe inculcar una cultura de la velocidad, la agilidad y el foco en el cliente. Esto creará una mentalidad “de CDO” entre los especialistas técnicos, lo que enriquecerá su visión de la empresa, la toma de decisión y el liderazgo.
• Colaboración multidisciplinaria. En su camino a la posición de CDO, un líder tecnológico hará bien en acostumbrarse a trabajar con especialistas en ventas, mercadotecnia, logística, administración, producción, redes sociales, atención al cliente, etc. Sumar la perspectiva de estos colaboradores, en las metas de TI, fortalece la capacidad de análisis y ejecución de un CDO.
Más allá de estos aspectos, para asumir el timón de una transformación digital, los CIO deben superar un gran desafío. En muchas ocasiones, abrumados por las tareas operativas de TI que deben atender todos los días, los CIO no tienen tiempo para desarrollar la visión, la creatividad y las capacidades que exige el rol de CDO.
En este aspecto, las soluciones de código abierto empresarial de Red Hat son un apoyo ideal. Soluciones de software para infraestructura, automatización, desarrollo y gestión de nube entre mucha más, facilitan la administración y operación de la infraestructura de TI existente, y habilitan el camino a tecnologías emergentes. Ambas capacidades, permiten que el líder de TI se concentre en la transformación innovadora del negocio, y tome mucho menos tiempo en tareas operativas.
Un CIO que se compromete con una nueva visión y el desarrollo de nuevas habilidades, sin lugar a dudas, puede ponerse al frente de una transformación digital, la transformación de la organización hacia el futuro de un negocio que evoluciona.
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