Con el Mundial Rusia 2018 a la vuelta de la esquina, deportistas, corresponsales y asistentes ya están familiarizándose con el país, desde estadios, transporte, hospedaje, aeropuertos, seguridad, etc. Sin embargo, hay muchos detalles detrás de todos los esfuerzos en infraestructura y que pocas veces tienen el reconocimiento suficiente a pesar de que representan un pilar importante para que todo el evento se lleve a cabo.
Nos referimos a la logística durante estas fechas mundialistas, la cual se encuentra en las partes más insospechadas, que pueden ir desde la entrega o envío de boletos, hasta algo tan obvio como la comida al interior de los estadios. Antes de que se escuche el silbatazo inicial, hay una red de procesos logísticos que suceden en los aspectos más simples como la comida, bebidas, venta de souvenirs, compras en línea, etc., y que se pueden dar gracias a la planeación que existe desde los almacenes y las rutas que transportan todos esos insumos que finalmente son disfrutados por los asistentes al Mundial.
En cada sede que albergará partidos del Mundial habrá grandes cantidades de gente entrando y saliendo de hoteles, tiendas y restaurantes, por lo que ya se pensó en los volúmenes de todo aquello que será consumido por millones de personas durante los casi 30 días que duran las actividades.
Es impresionante como todo funciona y opera de forma óptima; por ejemplo: los boletos, los cuales se vendieron a través de internet, llegaron a manos de sus dueños por correo, millones de entradas fueron enviadas alrededor del mundo, incluso meses antes del evento, y se logró gracias a las empresas especializadas en envíos seguros y rápidos.
Pensemos en otro ejemplo simple como son los vasos conmemorativos que serán vendidos en cada partido, los cuales han estado almacenados hasta que inicie el primer juego. Este almacenaje no consiste en simplemente guardar las cosas, sino que se tienen que resguardar de forma apropiada para que resistan y mantengan sus condiciones, además de que se tendrán que surtir conforme pase cada partido y de cara al siguiente.
Cabe señalar que todo lo que estará disponible para el consumo de los asistentes vino de alguna parte del mundo; incluso si se ha hecho en Rusia seguramente se tuvo que gestionar el traslado, ya fuera marítimo, terrestre o aéreo, y cada uno de estos transportes tuvo que contar con las condiciones especiales para que todo llegara en tiempo y forma a su destino final.
“Optimizar, gestionar y trabajar en grandes operaciones para cualquier empresa implica un reto, pero el reto es aún mayor cuando se trata de un evento de enormes proporciones como lo es un Mundial de fútbol; pero aún en este tipo de situaciones, cuando se tiene la experiencia y el control de cada aspecto de la logística y la omnicanalidad, no debería suponer un mayor problema”, afirmó Larry Lambert, Senior Manager del Programa de Marketing LATAM de Manhattan Associates.
“Las personas no piensan en cuestiones como, si la cadena de suministro operó correctamente o no, o sí el almacenaje fue óptimo para determinado producto; lo que realmente les interesa es que su experiencia sea la mejor pues han invertido una gran cantidad de dinero para estar ahí. Nuestro trabajo como operadores logísticos es asegurarnos de que así sea”, añadió Lambert.
Toda cadena de suministro de algún producto, desde el momento de su fabricación hasta la entrega final se planea con meses, incluso años, de anterioridad. En el caso de un Mundial, por ejemplo, desde el momento en el que se decide el país anfitrión, éste deberá tener preparado cualquier detalle relacionado a costos, proveedores, permisos, combustible, aproximado de asistentes, etc.
Si bien, no es un proceso sencillo, todo tiene que parecer y funcionar de manera natural, pues se debe brindar la mejor experiencia al público sin que tengan que preocuparse por lo que sucede detrás del escenario.
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