Cada año se detectan en México 190,000 casos de cáncer; esto significa que a diario se diagnostican a 520 personas con este padecimiento. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015 se registraron 8.8 millones de muertes provocadas específicamente por cinco tipos: pulmonar, hepático, colorrectal, gástrico y de mama.
La lucha contra este padecimiento está ocupando un lugar preponderante no sólo en México sino también en América Latina. Destacan particularmente los esfuerzos realizados por parte del Latin American Cooperative Oncology Group (LACOG), con sede en Porto Alegre, Brasil, que está utilizando la analítica de datos para explorar a fondo la información clínica de miles de pacientes que reportan algún tipo de cáncer a fin de desarrollar estudios clínicos y epidemiológicos en la región.
Fundado en 2008, LACOG es un grupo de investigación sin fines de lucro que cuenta con una red de 250 investigadores médicos, entre los que se incluyen oncólogos, radioterapeutas y otros especialistas, quienes realiza estudios en más de 150 hospitales de 15 países latinoamericanos.
Mediante el uso de soluciones analíticas de SAS especialmente diseñadas para instituciones del sector salud, LACOG genera datos reales con fundamentos científicos que abarcan el trayecto completo de los pacientes, desde el diagnóstico y el tratamiento hasta la mortalidad o supervivencia posterior a los tratamientos. Desde 2015, este organismo procesa información de miles de perfiles, lo que permite identificar los obstáculos para recibir la atención adecuada y otros factores que inciden, como un pobre acceso a los tratamientos, medicamentos y/o cuidados preventivos.
Dichos conocimientos permiten que los clínicos atiendan mejor a los pacientes, facilitan el desarrollo de nuevas técnicas y tecnologías que mejoren el cuidado del cáncer, e incluso influyen en el diseño de mejores políticas públicas de salud.
LACOG divide el proceso de recolección de datos en dos etapas: En la primera, los hospitales y las instituciones suben todos los casos de cáncer a una plataforma disponible en línea. En seguida, el equipo técnico de la institución segmenta y analiza los datos -sociodemográficos y clínicos, edad, protocolos de tratamiento, tasas de supervivencia y más- para alimentar estudios de investigación específicos.
Con el apoyo de SAS, el grupo brasileño ha logrado elevar el volumen de los nuevos estudios en 100%.
En un reciente estudio, LACOG examinó 800 nuevos casos de cáncer cervical que se diagnosticaron en varias instituciones. En él demostró que los bajos niveles de ingresos y educativos, así como la falta de interés de los pacientes en tener un diagnóstico clínico recomendado para identificar este tipo de enfermedad, se correlacionaban directamente con el diagnóstico en etapa avanzada. La edad, la raza (no caucásica) y el uso del sistema de salud pública también fueron factores determinantes.
En 2018, se preparan dos reportes epidemiológicos importantes sobre cáncer de mama y de pulmón en América Latina. Con la participación de 5,300 pacientes, serán los más completos realizados en la región hasta ahora, y ofrecerán información crítica sobre el diagnóstico y tratamiento, así como las tasas de supervivencia. Los estudios analizarán los diagnósticos tardíos, la falta de acceso a terapias óptimas y tasas de supervivencia, en comparación con los países desarrollados.
Por el mejoramiento de la salud
Como muchas otras disciplinas tecnológicas, la analítica se está aprovechando para procesar las enormes cantidades de datos (Big Data) que residen dentro de las instituciones médicas con tres objetivos claros: mejorar la salud de la población, optimar la atención y reducir costos.
Existen algunos claros ejemplos de esto: como se recordará, hace algunos años América Latina fue azotada por enfermedades transmisibles como el zika y el chinkungunya. En eventos como estos, la analítica serviría para identificar, a partir de los reportes de brotes, las zonas a las cuales enviar apoyo médico y las medicinas necesarias para atender a la población afectada.
En el caso de México, los recientes terremotos que afectaron las zonas sur y centro detonaron un estado de emergencia sin precedente. Aquí el análisis preciso de datos permitiría identificar los focos rojos, determinar con precisión el tipo de ayuda sanitaria –insumos, medicamentos y personal- y coordinar los esfuerzos entre autoridades federales y locales.
El universo de escenarios en que las herramientas analíticas pueden aprovecharse incluye:
- Analizar datos clínicos de diversas fuentes, lo que permite hacer mejores diagnósticos para determinar tratamientos más efectivos.
- La analítica ayuda a diseñar programas y políticas más eficaces, evaluar la efectividad de programas públicos de salud a partir de medidas basadas en información fidedigna y descubrir fraudes y abusos en el ejercicio de los presupuestos públicos.
- En combinación con técnicas de optimización y administración del desempeño es posible revelar ineficiencia, desperdicio y malos manejos en las operaciones, y encontrar mejores formas de utilizar recursos limitados en hospitales y otras organizaciones.
SAS continuará colaborando con las instituciones médicas en todo el mundo, como parte de su proyecto Data for Good, para contribuir a mejorar las condiciones de salud de la población. Puede consultarse mayor información aquí.
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