• Las TI como una inversión; la innovación para elevar la productividad; el equipo como pieza clave en el éxito de la empresa: son tres tendencias en 2019.
• Para mejorar hay que evaluar. El último mes del año permite un análisis interno del día a día y las perspectivas que tenemos a futuro, ¿cuáles son tus propósitos?
• Empresas con mucha de información y cuantiosos engranes deben ubicar sus necesidades más inmediatas para mantener el orden y triunfar: expertos en TI.
El mejor momento de un líder empresarial al concluir el año es saber que todos los procesos, proyectos y colaboradores están en orden. Sin embargo, en diciembre, es cuando se refleja sí la planeación al inicio de año fue funcional o hay que ajustar. Facturas, documentos o reportes, por mencionar algunos elementos, forman parte esencial para cerrar satisfactoriamente.
El hecho de que siga habiendo archivos faltantes, procesos duplicados o pagos no contabilizados, afecta el futuro empresarial en un espiral de errores, que en ocasiones es difícil rastrear la raíz. Causando prácticas deficientes que solo limitan el éxito visualizado.
A nivel macro, en 2017, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó que unas de las claves en el crecimiento de la productividad en las empresas son: la simplificación de procesos administrativos y la apuesta a la innovación. Estimaba que un ordenamiento más eficiente en todas las empresas podría dar un impulso de 5.9 puntos porcentuales del PIB[i]. Esta visión nos hace medir el impacto cuando hablamos de particulares y/o empresas de cualquier nivel.
En el tema de la competitividad, la innovación empresarial es una tarea, continua, endémica y necesaria. Entendiendo que a mayor competencia, mayor productividad, mayor competitividad y por lo tanto, mayor bienestar. Es por ello que en una época de propósitos, quienes dirigen una empresa y/o departamento, deben enfocarse en lo siguiente, sea para repetirlo o para contrarrestarlo con las soluciones más óptimas. :
• Evaluar. Si los procedimientos actuales son un freno o están acelerando el camino para alcanzar los objetivos. De ahí determinar en dónde más podemos ajustar.
• Innovar. La tecnológica es una inversión que da soluciones inmediatas a las necesidades del ritmo y volumen de la empresa. Hoy es imposible esperar.
• Sistematizar. Esto permite minimizar riesgos en la práctica diaria y facilita la identificación de problemas. Apoya decisiones comerciales, acertadas y efectivas.
• Valorizar. Analizar sí el desempeño del capital humano es óptimo. Si sus tiempos efectivos producen lo correcto o no. Clarificando funciones y tiempos, se optimiza.
De acuerdo con Julio Olmos, director de desarrollo de Intelisis, empresa especialista en ERP, “Cuando llegamos con diferentes sectores industriales, percibimos un común denominador: empresas con altos volúmenes de información y cuantiosos engranes en sus procesos, se organizan y salen bien. Pero cuando implementan tecnologías y procesos, como los ERP, hay triple ganancia: se facilita la labor de todos, se tranquiliza a los inversores y se agiliza el proceso estratégico de los mandos directivos. Entonces todo es excelente”.
Ante esta apuesta, el gran panorama es visualizar el funcionamiento a futuro de una empresa, más la correcta valoración de procesos que cumplan con todos los requisitos para ser optimizados y elevar los rendimientos año con año.
La mejor recomendación que resume este contenido, es considerar como un propósito inmediato e imperioso, la apuesta a una mejor productividad, a través de herramientas tecnológicas que reduzcan tiempos en los procesos y que permitan mejores y óptimos cierres de año en las empresas.
Y tú, ¿ya tienes tus propósitos empresariales para 2019?
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