En la era de la innovación, en un contexto de competencia feroz y automatización creciente, una habilidad se ha convertido en un factor diferenciador entre las empresas: la creatividad. La necesidad de desarrollar un pensamiento creativo para resolver problemas en todos los sectores a lo largo y ancho del mundo va en aumento, sin embargo, la alta exigencia a veces viene acompañada del enemigo de todo creativo: el bloqueo.
Los bloqueos creativos suelen estar asociados a varios factores, pero el principal de todos es el estrés. Se tiene la idea de que las personas que utilizan la creatividad como habilidad principal en sus trabajos suelen ser divertidas, relajadas y tranquilas, pero la realidad es que muchas veces son justamente ellas las que más niveles de estrés manejan sin darse cuenta.
Estudios han demostrado que para llegar a bajar esa idea que puede ser realmente disruptiva, los niveles de concentración deben ser verdaderamente profundos, algo que surge de mejor manera cuando los entornos laborales son propicios y los niveles de estrés se mantienen bajos. Sin embargo, hay hábitos que pueden parecer mínimos, pero que lejos de favorecer la creatividad, la van bloqueando sutilmente.
“Durante la jornada laboral hay diversos factores que van incrementado el nivel de estrés de manera casi silenciosa, son detalles que en conjunto terminan por interrumpir el proceso creativo de las personas, pero que cambiando brevemente algunos hábitos, se pueden evitar”, explicó Mario Cantón, director de Customer Experience de Steelcase, líder global en investigación de entornos laborales.
El experto compartió algunos de los mitos que suelen tomarse como actitudes normales entre las personas creativas, pero que en realidad lo único que están generando es elevar los niveles de estrés y bajando la productividad de los colaboradores.
Hábitos de sueño
Mito: Las creatividad está tradicionalmente ligada a la nocturnidad. Se tiene la idea de que es en la noche cuando llega la inspiración, por lo tanto se suele dormir poco o tener malos hábitos de sueño.
Realidad: Estudios afirman que el sueño profundo estimula la creatividad, lo que puede hacer que tus mejores ideas lleguen justo después de dormir profundamente. Además, una mala noche provoca que al otro día tu cuerpo no funcione como debe funcionar. Nada más estresante que eso.
Orden
Mito: Las personas creativas suelen ser desordenadas en los espacios físicos porque están demasiado sumergidas en mantener el orden dentro de sus cabezas y los espacios externos no influyen en su trabajo.
Realidad: Tener orden en tu lugar de trabajo te permite principalmente estar agusto. La sensación de estrés está muchas veces ligada a la incomodidad. El tener la mente ocupada puede hacer que no notes cuando estás incómodo, sin embargo, de acuerdo a los estudios de Steelcase, un espacio laboral confortable favorece el bienestar.
Formalidad
Mito: Los creativos son tradicionalmente informales, pues no requieren asistir a juntas ejecutivas, tienen sus propios horarios y trabajan regularmente solos.
Realidad: El ser formal no significa solamente tener corbata. Implica también una serie de responsabilidades con el entorno que muchas veces se pasan por alto. El ser informal con tus compañeros de trabajo puede ocasionar que la relación se vaya desgastando, algo que hará tu entorno laboral muy incómodo y por lo tanto estresante.
Poco sociable
Mito: Los creativos son seres solitarios que trabajan mejor aislados de todo.
Realidad: Tener un entorno laboral que te permita tener contacto con tus compañeros favorece mucho tu creatividad. Una breve charla, intercambiar ideas o salirte un poco de tu entorno pueden ser grandes herramientas para salir del bloqueo, pero además para mantener saludable tu entorno, algo que sin duda reducirá tus niveles de estrés.